ViveVino Natural Wine Bar (Valencia)

ViveVino Natural Wine Bar (Valencia) — Leo Saracho

ViveVino Natural Wine Bar (Valencia)

Vinos honestos, barra mínima y oficio.

Cuando la precisión del servicio y la curiosidad por lo local (Merseguera, Bobal, Tardana) hacen que un wine bar pequeño suene grande.

Valencia posee vinos muy diversos y lo comprobé en ViveVino, un wine bar pequeño dedicado al vino natural. Nos recibe Nieves, apurada y con una “mirada de caos” que cualquier gastronómico reconoce: la de quien sostiene el ritmo con oficio. “Este es el lugar que buscábamos”, pensamos, tras una experiencia no tan buena en otro bar de vinos naturales. Nos acomoda en la barra —pequeña, suficiente—: a un lado, un habitué; al otro, dos turistas; un poco más allá, alguien silencioso disfrutando a su modo. En la cocina mínima, las manos ágiles de Martha se mueven como pez en el agua: atenta, precisa, seria.

La carta llega breve y certera, como debe ser. Buscábamos DO Utiel-Requena, DO Valencia o DO Alicante; queríamos probar Merseguera en blanco o Bobal en tinto. Sabíamos que los clásicos serían pocos. La idea era ir más allá: pequeños productores, lectura local, riesgo controlado.

Primera tanda: lo local manda
Empezamos con Finca Romano de Vinos Sexto Elemento: un blend mediterráneo de Macabeo y la local cepa Tardana, que aquí muestra nervio y pulso de terruño. En paralelo, Oh My Wine!, un naranjo de Macabeo y Moscatel firmado por Verónica Romero, Viñedos Familiares “Las Monjas”. Dos copas limpias, precisas y bien vinificadas: en natural, la prolijidad no es una utopía. Excepción feliz.

Acompañamos con aceitunas, bocadillos con carácter y una degustación de quesos. La barra funciona: comer para entender mejor lo que se bebe.

Segunda tanda: consejos que abren caminos
Con la sala ya en calma, Nieves tiene un instante y dispara dos sugerencias. Primero, Mari Pepa de El Regreso, otro naranjo de Tardana: más aromático, con buen volumen y final largo. Luego, Bala Roja de Bobal (también de Verónica Romero): entrada amable, acidez viva, taninos que invitan a otra copa. La cosa se pone interesante. Y la graduación baja, miente.

Tercera tanda: desvío con sentido
“Prueben esto que está muy bien”, nos dicen. Y en dos copas viajamos de Valencia a Madrid y Cataluña: Laura Inda House 2022 de Bodegas Nturi (Garnacha madrileña) y Laurus 2023 de Celler Comalats (Garnacha y Syrah). Dos vinos sedosos, con carácter, como estas dos emprendedoras que sostienen la barra.

Final dulce: el orange también puede sorprender acá.
Para cerrar, un dulce de Viura, de la valenciana Sexto Elemento. Bien logrado: dulzor contenido, frescura suficiente, textura amable. Un guiño que redondea el hilo conductor de la noche.

“Oh My Wine! lo hacemos nosotras”, cuentan. Cosechan en sus días libres, vinifican, afinan. Después de saberlo, el vino dobla su sabor. El contexto también sazona.

Por qué este bar importa
Podemos caer en wine bars sin resolver del todo la propuesta y aun así pasarla bien. Pero aquí sucede otra cosa: criterio. Vinos locales con sentido (Merseguera, Bobal, Tardana), servicio que escucha, cocina mínima que acompaña. ViveVino confirma que pequeño no es lo mismo que insignificante. Es exactamente lo contrario.

Valencia quizá haya esquivado aún el esnobismo gastronómico —y ojalá conserve su humildad—. Pero si el futuro va hacia lo selectivo, que sea por lugares como este: horas de trabajo, estudio y dedicación convertidas en experiencia. Salud.

ViveVino Natural Wine Bar
C/ Pintor Salvador Dalí 13 — 46005, Valencia
Tel.: +34 960 230 536 · Instagram: @vivevino_winebar

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